Tal vez no sea tan turístico como la Medina, sin embargo el barrio de Gueliz es el más moderno de Marrakech. Fue construido por los franceses y constituye el área residencia de los marroquíes adinerados y la mayoría de los europeos.
Su nombre proviene de la palabra francesa “eglise”, que significa iglesia, ya que fue en este barrio donde los franceses construyeron la única iglesia cristiana en Marrakech. Pero a pesar de esa modernidad que quiere traslucir Gueliz es un barrio bastante variado, con edificios coloniales y pequeños apartamentos de lujo.
Es la mejor zona de Marrakech sin duda para comprar productos europeos e internacionales. Dicen que se puede encontrar de todo en los zocos y la medina de la ciudad, sin embargo allí no encontraréis las tiendas de Zara, Mango o los McDonalds de Gueliz. Gueliz es el lugar al que tenéis que ir si necesitáis un poco de algo europeo dentro de Marrakech.
Eso sí, ambiente europeo también indica tráfico intenso en las horas punta, y no muchas zonas verdes, tan solo el Parque El Harti.
Hasta Gueliz se puede llegar perfectamente en taxi o autobús. En esta zona encontraréis también hoteles para todo tipo de presupuestos, sobre todo para los que quieran descansar del ajetreo y el bullicio constante de la medina. Asimismo para tomar algo tenéis el Café de la Poste, el café curiosamente más antiguo de Marrakech, construido durante la época del protectorado.
Igual que hoteles hay restaurantes para todos los gustos, desde restaurantes de lujo que ofrecen el típico espectáculo de la danza del viente hasta establecimientos de comida rápida. Es sin duda el mejor lugar para salir de noche en Marrakech, ya que cuenta con muchos bares y pubs. Os recomendamos African Chic, Montecristo y Music Hall. Los precios son más caros que en otros puntos de Marrakech, aunque aquí sí sirven alcohol sin problema.
La cara triste de Gueliz es la gran cantidad de niños que veréis por sus calles pidiendo limosna, sobre todo por las mañanas, mientras que por las noches hay muchas prostitutas. Gueliz es un tremendo contraste a veces, con estos niños pidiendo limosna junto a los bares más exclusivos donde entra gente que bajan de coches de super lujo.
